El proyecto consiste en unas parcelas demostrativas con lisímetros al aire libre y drenaje de lixiviados hacia colectores, dónde se pueda evaluar el percolado y los nitratos lixiviados en diferentes condiciones de cultivo y de abonado, respetando las limitaciones establecidas en la ley 3/2020 y el Código de Buenas Prácticas Agrarias.
Con esta compleja infraestructura que vierte a un foso de 10 x 3 x 2,5 m, se podrán abordar ensayos de abonado con diferentes tipos de abono o diferentes dosis, así como controles del riego para evaluar los lixiviados, cuya cantidad de nitratos habrá que analizar en el espectrofotómetro. Se ha planteado para 2022 un mismo cultivo con diferentes tipos de abonado nitrogenado entre los permitidos en la Ley 3/2020 de recuperación y protección del Mar Menor y el empleo de rizobacterias promotoras del crecimiento radicular y productos orgánicos líquidos, para evaluar su incidencia en las producción y en los lixiviados respecto a una fertilización química convencional.
Se instalará un de sistema de medida de la humedad gravimétrica por sensores 10HS con datalogger tipo Em. Se colocaran al menos dos sondas 10HS a profundidades de 20 y 50 cm, con su correspondiente software. Además se prevé la instalación de un cabezal de riego completo e independiente