La mayoría de los hongos patógenos que producen enfermedades de las raíces y de la base del tallo en los cultivos hortícolas se conservan en el suelo. Algunos durante periodos prolongados de tiempo como Pythium spp., Chalara elegans, Verticillium dahliae y las diferentes formas especializadas de Fusarium oxysporum, mientras que otros se conservan durante un periodo más limitado de tiempo como Rhizoctonia solani y algunas especies de Phytophthora. Cuando es necesaria la eliminación del inóculo en un suelo de cultivo se puede realizar la desinfección del mismo mediante tratamientos químicos, físicos-biológicos o ambos a la vez. Los métodos mas habituales para la desinfección de suelos son el uso de productos químicos como
desinfectantes o la biosolarización.
En la desinfección química del suelo se utilizan compuestos químicos como desinfectantes junto con láminas especiales de plástico para sellar el terreno y evitar escape de gases aumentando la eficacia de la desinfección. Los desinfectantes comúnmente utilizados son: Cloropicrina, Dicloropropeno, Metam‐sodio, Metam‐potasio, Metil tioisocianato, Agrocelhone o alguna combinación de estos. La desinfección química del suelo es una de las soluciones más extendida, por su sencillez de aplicación y su eficaz acción insecticida, nematicida, fungicida y herbicida.
El uso de una lámina especial de plástico se debe al hecho de que estos desinfectantes químicos pasan a estado gaseoso en el momento en que son liberados y es necesario impedir que estos se escapen. Los plásticos convencionales contienen una porosidad que, aunque sea mínima, permite que los gases liberados se escapen. De esta manera el aire del invernadero podría ir envenenándose, provocando un riesgo por intoxicación en las personas que puedan estar expuestas.
La biosolarización es un sistema de desinfección del suelo que consiste en acolchar un suelo húmedo con plástico transparente y fino (generalmente polietileno), durante 4-6 semanas en la época de mayor intensidad de radiación solar y temperatura (en este caso se ha realizado en el mes de Agosto). Se utiliza en el control de bacterias, hongos, nemátodos, insectos y malas hierbas. Entre sus ventajas cabe destacar que: su eficacia es equiparable a la obtenida con tratamientos químicos, no utiliza ni produce compuestos tóxicos, es económicamente viable, fácil de utilizar tanto en parcelas pequeñas como a gran escala con maquinaria, y además es una práctica aceptada en agricultura ecológica y recomendada en producción integrada. Su
efecto depende de la radiación solar y también de la temperatura ambiente.
Una de las alternativas a la biosolarización y al uso de desinfectantes químicos sería la desinfección con agua ozonizada. Lo que se busca con esto, es comprobar si a la hora de desinfectar el suelo con ozono, las UFC de hongos existentes se reducen en un porcentaje igual o mayor a la desinfección por biosolarización y con productos químicos. Este sería el objetivo principal del ensayo. Si se vieran reducidas las UFC, la desinfección podría realizarse en el mes de Noviembre y, de esta manera, alargar la cosecha de pimiento hasta el mes de Septiembre y evitar el coste que supone la biosolarización o la desinfección química (abono, plásticos, mano de obra, etc.)
Tras la desinfección con agua ozonizada, se realizará el trasplante y durante todo el cultivo el agua de riego del sector “tratamiento” llevará un 5% de concentración de agua ozonizada, que al actuar como abono, consigue:
- Plantas con más fuerza
- Colores más vivos por efecto de la velocidad de oxidación del ozono
- Desarrollo más rápido
- Fruto de mayor volumen, jugoso y homogéneo
- Mayor producción por planta
- Mas cosecha en menos tiempo
- Reducción del tiempo de producción
Programa de Desarrollo Rural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia 2014-2020.