Con este proyecto, iniciado en 2014 se pretende comprobar la adaptación al cultivo de encinas y quejigos, con elevados porcentajes de micorrización con trufa negra y procedentes de tres viveros diferentes, para hacer rentables determinadas superficies agroforestales, en condiciones específicas de suelos calizos, pedregosos, clima y de cierta altitud, de las que disponemos de manera más abundante en la comarca del noroeste de Murcia y donde las alternativas son muy reducidas.
Se busca además precisar el manejo de este cultivo, su desarrollo, producción y ofrecer datos que permitan en manos del agricultor una mayor diversificación, introduciendo un nuevo cultivo de grandes ventajas, en zonas con alta protección medioambiental, junto con la producción de cereales, frutos de cáscara y ganadería, en tanto que su rentabilidad y demanda parecen favorables.
La parcela demostrativa tiene un total de 0,63 has de las cuales 0,16 has se encuentran en secano y 0,47 de regadío.
Se trataría con ello de ver, no sólo la incidencia del riego en la producción de trufa, sino también la de los nidos truferos, la procedencia de los quercus y la distinta asociación de plantas: encina/encina, encina/quejigo y quejigo/quejigo, buscando los mejores condicionantes para maximizar en cantidad y calidad la producción de trufa negra.
Se pretende cuantificar, a lo largo del año y acumulativamente a lo largo de todos los de su vida útil, las producciones obtenidas en cada uno de los diferentes tratamientos de que consta esta experiencia.